Por medio de una misiva remitida el viernes a la Misión Permanente de Albania ante las Naciones Unidas en Nueva York (EE.UU.), la parte iraní denunció los actos de violencia de las fuerzas policiales albanesas y su entrada en los centros diplomáticos de Irán en Tirana (capital del país europeo), sin el permiso de las autoridades competentes del país persa.
Estos actos de violencia se llevaron a cabo un día después de que el Gobierno albanés anunciara, de forma unilateral, la ruptura de las relaciones diplomáticas bilaterales con Irán, teniendo en cuenta informaciones “infundadas” y de motivación política que fueron categóricamente rechazadas por la República Islámica de Irán.
“La República Islámica de Irán exige del Gobierno de Albania que cumpla con todos los principios y normas del derecho internacional que rigen las relaciones diplomáticas y consulares, de conformidad con las Convenciones de Viena de 1961 y 1963 y las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, incluidas las relacionadas con la inviolabilidad, la inmunidad y especialmente la protección, la seguridad de los lugares diplomáticos y consulares”, se lee en la misiva, cuya copia se ha enviado al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres.
La Misión Permanente de la República Islámica de Irán ante el organismo internacional ha instado también a Albania a tomar medidas necesarias para investigar a fondo las violaciones de las normas y llevar a los perpetradores ante la justicia.
La delegación iraní ha enfatizado que la República Islámica se reserva el derecho de utilizar otros medios para resolver pacíficamente las disputas sobre las violaciones cometidas contra sus sedes diplomáticas y consulares en Tirana.
Albania, país anfitrión del grupo terrorista antiraní Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés), cortó el miércoles sus relaciones diplomáticas con Irán y ordenó a los diplomáticos y al personal de su embajada en Tirana abandonar el país en un plazo de 24 horas, después de responsabilizar a Teherán de un ataque informático sufrido el pasado mes de julio.
En este caso, como en otros similares, se puede ver las huellas de Estados Unidos; de hecho, Washington alega que, tras semanas de investigación, ha concluido que Irán estuvo detrás del ciberataque del pasado 15 de julio.
Teherán lamenta que Tirana haya sido influenciada por terceros en sus decisiones inapropiadas.
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