Hamid Nuri, de 61 años de edad, ha sido sometido a un régimen de incomunicación durante 28 días, sin darle acceso a su familia, informó el miércoles el Centro de Información del Poder Judicial de Irán citando a la familia del encarcelado.
Pese a todos los esfuerzos llevados a cabo durante el último mes por su familia para contactar a Nuri e informarse de su estado de salud, el recluso sigue mantenido incomunicado, lo que ha tenido muy preocupado a sus allegados que se encuentran en Irán, agregó el informe.
Según los últimos informes, los funcionarios judiciales de Suecia le han cambiado de celda, pero sus condiciones no han mejorado y sigue recluido en una celda de aislamiento a pesar de las graves preocupaciones por su salud.
Nuri fue arrestado en 2019 por acusaciones de “abusos de derechos humanos” en 1988 a su llegada al aeropuerto de Estocolmo, capital de Suecia, y su juicio comenzó en agosto de 2021.
Al acusado no se le permitió mantener ni un contacto telefónico con sus familiares durante los primeros siete meses y medio de su arresto, igual que se le negaron los vis a vis hasta dos años.
A principios de mayo, la Cancillería iraní convocó al embajador de Suecia en Teherán para expresarle la enérgica protesta de Irán por el encarcelamiento y juicio “ilegal” de Nuri, días después de que los fiscales suecos pidieran la cadena perpetua para el detenido.
La Cartera de Exteriores tachó de “infundadas y fabricadas” las acusaciones contra el exfuncionario persa y denunció que el juicio de Nuri había sido influenciado por el grupo terrorista Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés), responsable de la mayoría de los asesinatos contra el pueblo y los funcionarios iraníes desde la victoria de la Revolución Islámica (1979).
Teherán también pidió que se ponga fin a un “espectáculo político” en los tribunales de Suecia y que Nuri sea liberado de inmediato.
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