En declaraciones ofrecidas este martes en el 99.º período de sesiones del Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), el representante permanente de Irán ante esta entidad, Alireza Kazemi Abadi, ha lamentado la negativa de EE.UU. a destruir su arsenal de armas de destrucción masiva.
“Estados Unidos, como el único poseedor de armas químicas, debe utilizar todas sus capacidades para destruir el arsenal de armas químicas en el menor tiempo posible, de conformidad con sus obligaciones en virtud de la Convención sobre Armas Químicas (CAQ)”, ha remarcado.
Expresando satisfacción por la cooperación constructiva de Siria sobre sus actividades para la destrucción de armas e instalaciones de producción químicas con el organismo, Kazemi Abadi ha subrayado la necesidad de que la entidad preste atención a las consideraciones y derechos del Gobierno sirio, pidiendo así resolver todos los asuntos pendientes al respecto.
Conforme al titular persa, la OPAQ es un organismo especializado cuya agenda y alcance de funciones han sido “definidos”. “Por lo tanto, los esfuerzos de algunos países occidentales para plantear cuestiones políticas fuera de la agenda de la organización harán que la OPAQ se vuelva cada vez más política y polarizada”, ha reprochado Kazemi Abadi.
Las declaraciones del funcionario iraní se han producido en momentos que la nonagésima novena sesión del Consejo Ejecutivo de la OPAQ comenzó esta jornada, en la sede del organismo en La Haya (Países Bajos), y se extenderá hasta el jueves (10 de marzo).
En abril de 2018, EE.UU., el Reino Unido y Francia llevaron a cabo una serie de ataques aéreos contra Siria por un presunto ataque con armas químicas en la ciudad de Duma (Guta Oriental). Los llamados “cascos blancos”, que son financiados por varios Estados occidentales, entregaron a la OPAQ dos cilindros que contenían gas cloro, acusando a Damasco de haber lanzado esa sustancia contra los residentes de Duma.
No obstante, un informe de la misma OPAQ demostró que este “ataque químico” fue un montaje de los terroristas para culpar al Ejecutivo del Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad.
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