En una rueda de prensa realizada el viernes en Washington D.C. (capital estadounidense), el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo que la República Islámica y EE.UU. iniciaron una “diplomacia indirecta” sobre el regreso del país norteamericano al acuerdo nuclear ―de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)―.
En este sentido, en una entrevista concedida en exclusiva a la cadena en habla inglesa Press TV, una fuente de seguridad iraní, bajo condición de anonimato, ha rechazado este martes las declaraciones de Sullivan, afirmando que, con esta postura, la Casa Blanca busca sacar al presidente de EE.UU., Joe Biden, de la crisis.
La fuente, próxima al Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, ha agregado, además, que no habrá ninguna conversación entre Teherán y Washington hasta que EE.UU. no levante todas las sanciones que pesan contra el país persa.
En esta misma línea, ha enfatizado que todos los funcionarios del Gobierno iraní deben seguir cumpliendo el proyecto de ley ‘Acción Estratégica para Levantar las Sanciones’, aprobado por el Parlamento de Irán, que, mediante el cese de la implementación del Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, entre otras medidas, busca obligar a EE.UU. y Europa a eliminar las sanciones que pesan en contra de la República Islámica.
Las medidas compensatorias de Irán se produjeron ante la falta de interés de la parte europea por salvar el pacto tras la salida, en 2018, de EE.UU. del PIAC y la reimposición de sanciones contra el país persa.
A pesar de todos los efectos negativos de dichas medidas coercitivas en la población iraní, las autoridades persas aseguran que, si EE.UU. levanta todas las sanciones, Teherán también volverá a cumplir sus obligaciones, pero al mismo tiempo dejan claro que no aceptarán ninguna renegociación al respecto.
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