“La República Islámica de Irán, como un país amigo y hermano histórico, siempre ha condenado las agresiones de Armenia a Azerbaiyán y apoyado la liberación de las zonas ocupadas del territorio azerbaiyano y la implementación de las resoluciones del Consejo de Seguridad”, se lee en un comunicado emitido este sábado por la Cancillería de Azerbaiyán.
Bakú ha agradecido el apoyo y la solidaridad de Irán por el conflicto en Nagorno Karabaj y elogiado los esfuerzos de Teherán para restaurar la paz y la seguridad en la región.
“El Gobierno de Irán no escatima esfuerzos para contribuir a las actividades de establecimiento de la paz en la región y apoya la seguridad y estabilidad en la zona”, reza el comunicado.
Armenia y Azerbaiyán viven enemistados desde el inicio del conflicto Nagorno Karabaj, en 1988, cuando este enclave, con apoyo del Gobierno de Armenia, decidió independizarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
A finales de 1992, estallan los combates, dejando 30 000 muertos y miles de refugiados. Finalmente, Armenia se hizo con el control efectivo de Nagorno Karabaj en 1993 y ocupó el 20 por ciento del territorio azerí que rodea a la región. Aunque en 1994, un alto el fuego puso fin al conflicto bélico entre las partes no resolvió el problema.
Armenia aún no ha implementado las cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (822, 853, 874, 884) sobre la retirada de sus fuerzas armadas de la región de Nagorno Karabaj y los siete distritos circundantes.
Decenas de personas han perdido la vida desde el reavivamiento del conflicto el pasado 27 de septiembre en Nagorno Karabaj. Se trata de la mayor escalada de tensiones entre ambos Estados vecinos en los últimos 30 años.
Irán, país vecino de Armenia y Azerbaiyán, invitó desde el primer momento a Bakú y Ereván a la moderación, el diálogo, y el cese inmediato de los ataques, a la vez que advirtió de que “esa alarmante violencia” amenazaba la estabilidad regional.
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