El también comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha pronunciado este domingo un discurso con motivo del Año Nuevo persa y de la Fiesta de Mabaas, el aniversario de la designación del Profeta del Islam, el Hazrat Muhamad (la paz sea con él), como el último profeta divino.
En un momento de sus declaraciones, el Líder se ha referido a la propagación del COVID-19 en el mundo, y en Irán incluido, y ha recordado que las autoridades estadounidenses han reiterado en varias ocasiones su disposición para enviar ayuda médica para tratar a los contagiados iraníes y que Irán solo tiene que pedir el envío de ayuda médica.
Eso, de acuerdo con el Líder iraní, es una de sus observaciones muy raras, dado que, EE.UU. en primer lugar, sufre de severas deficiencias de material sanitario y medicamento, según confirman los propios estadounidenses y autoridades locales, y, en segundo lugar, está acusado de crear el virus.
“No sé muy bien cuánto hay de cierto (la acusación). Pero, cuando te encuentras con una acusación semejante, ¿es de sabios confiar? ¿Qué persona sensata confiaría en recibir medicamentos de ustedes?”, ha observado el ayatolá Jamenei, antes de mencionar que si EE.UU. tiene acceso a algún medicamento para curar el COVID-19, es mejor que lo distribuya entre su propia gente.
El Líder iraní ha expresado que EE.UU. también dice que está listo para enviar médicos o especialistas para ayudar a controlar la infección en el país persa, pero, en realidad, pretende mandar a sus agentes para evaluar el avance y el impacto del virus en la población para luego tratar de hacer “perdurar” el letal virus en Irán.
“No se puede confiar en ustedes. No tienen ninguna credibilidad (…) Ustedes son capaces de hacer cosas parecidas (…) Por eso, ningún iraní va a confiar en semejantes promesas (de ayuda)”, ha matizado el ayatolá Jamenei.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, mencionó el 28 de febrero, durante una comparecencia ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes que Washington había ofrecido ayuda a Irán para contrarrestar los efectos de la epidemia causada por el COVID-19.
Pese a la promesa de ayuda, Pompeo, declaró días después, el 17 de marzo, la imposición de nuevas sanciones que afectarán aún más al país persa en medio del brote del temible virus desconocido.
El nuevo coronavirus, que empezó en diciembre en la ciudad china de Wuhan, ha ido contagiando a más países del mundo. Hasta la fecha, los datos globales indican que la rápida propagación del COVID-19 ha infectado a 335 310 personas, de las cuales 14 611 han muerto. Washington, no obstante, se niega a reducir las medidas coercitivas que ejerce contra Irán.
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