• Iraníes portan banderas nacionales durante la marcha conmemorativa del 41.º aniversario de la Revolución Islámica en Teherán, 11 de febrero de 2020.
Publicada: martes, 11 de febrero de 2020 19:28

Zarif le dice a Trump que deje de una vez sus delirios de que el pueblo iraní está dividido en torno a sus autoridades y le remite a las populares marchas de hoy.

El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, ha indicado este martes al presidente de EE.UU., Donald Trump, a través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, que ya es hora de que abandone sus alucinaciones de que la nación persa está dividida y que una parte de ella reclama un cambio del sistema político que rige el país.

El jefe de la Diplomacia persa ha urgido al mandatario estadounidense a que, si aún le quedan dudas respecto a la unidad del pueblo persa ante los desafíos que el propio Trump le está planteando, no tiene más que echar un vistazo a las multitudinarias marchas que se han celebrado este 11 de febrero a lo largo y ancho de Irán con motivo del 41.º aniversario de la victoria de la Revolución Islámica.  

Los iraníes acudieron en masa para conmemorar el 41.º aniversario de su Revolución y honrar a sus héroes caídos”, ha escrito Zarif en su tuit, para luego añadir que esta muestra de apoyo unánime e incondicional de los iraníes a la Revolución Islámica, que en 1979 puso fin a los 2500 años de sistema monárquico y estableció una República Islámica, envía un claro mensaje a “Trump y sus vasallos: ya ha llegado la hora de abandonar vuestros delirios”.

Pese a todos los desafíos y las divergencias que pueda haber en este momento entre los distintos estratos sociales de la nación persa, ha proseguido en su publicación, los 82 millones de iraníes en defensa de sus fronteras y honores dejan a un lado sus diferencias y se unen para sumar fuerzas entorno a la preservación de su integridad, seguridad y soberanía nacional.

Con estas palabras, el titular persa de Asuntos Exteriores ha querido dejar en claro al magnate republicano que todos sus intentos por doblegar la voluntad del pueblo iraní, a fin de someterle a sus designios imperiales, caerán en saco roto, pues los persas siempre se hermanan ante amenazas provenientes allende de sus fronteras.

Desde su llegada al poder en 2017, Trump ha seguido una política hostil contra la República Islámica. Para empezar, en mayo de 2018, retiró unilateralmente a su país del acuerdo nuclear firmado en 2015 por Teherán y el Grupo 5+1 (entonces formado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) y reimpuso sus sanciones contra Irán.

En virtud del pacto, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), Irán se comprometía a rebajar el desarrollo de su programa nuclear, a cambio de la cancelación total de las sanciones internacionales impuestas en su contra.

Las nuevas medidas asfixiantes y draconianas sobre Irán no eran suficientes para el líder republicano que, viendo cómo sus sanciones no hacían mella en la voluntad del pueblo persa, inició una mayor escalada de hostilidades contra Teherán con amenazas de toda índole, que incluían desde un cambio de régimen político hasta una campaña militar sobre este país, situado en Asia Occidental.

 

Mientras más imponía sus políticas restrictivas sobre Irán con la esperanza de que una parte de la sociedad persa, ante tanto desafío, se volviera en algún momento en contra de sus gobernantes, el magnate neoyorquino solo pudo ser testigo de la fuerte unión del pueblo iraní ante todas las adversidades que su persona ponía en el camino de esta noble nación.

En el marco de sus pretensiones hegemónicas, Trump ordenó a sus fuerzas desplegadas en Irak asesinar al que fuera comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, junto al que fungiera como subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y a otros combatientes iraníes e iraquíes, el 3 de enero en Bagdad, la capital iraquí.

Ante tal magnicidio, considerado un acto de “terrorismo de Estado”, miles de iraníes salieron a las calles para mostrar su rechazo a este atentado contra uno de sus más notables militares, reconocido por su destacado papel en la lucha contra el terrorismo regional. Ya, en aquel entonces, las autoridades persas le recordaron a Trump que el pueblo persa seguirá siempre unido frente a sus provocaciones.

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