“El plan es para (…) desestabilizar el régimen iraquí por sus estrechos vínculos y su apoyo a Irán, y por las relaciones económicas que han estado cultivando Irán e Irak en respuesta a las sanciones de Estados Unidos. Este es un intento de crear tensión y hostilidad entre Irán e Irak”, ha declarado este sábado Scott Bennett, exagente de guerra psicológica del Ejército estadounidense, en una entrevista con la agencia iraní de noticias Tasnim.
El exfuncionario norteamericano hace esta consideración el día después de que se organizara un ataque al consulado general de Irán en la la ciudad iraquí de Basora, en el sur del país árabe.
Bennett descarta en la entrevista la posibilidad de que el ataque estuviera organizado por ciudadanos iraquíes, e insiste en que “lo más probable es que los provocadores fueran mercenarios de Arabia Saudí e Israel”.
Al abordar la posible motivación, el exagente se refiere a los fracasos de las fuerzas saudíes en su guerra contra Yemen, mientras el Gobierno de Washington está bajo presión mundial por su apoyo a los crímenes de Riad. A juicio de Bennett, las operaciones terroristas como el ataque al consulado buscan distraer a la opinión pública de los problemas políticos actuales de Estados Unidos.
En otra parte de sus declaraciones, el exfuncionario resalta que este tipo de operaciones está suscitando el rechazo de la propia sociedad estadounidense, que se está viendo cada vez más envuelta en una especie de “guerra civil”.
El plan es para (…) desestabilizar el régimen iraquí por sus estrechos vínculos y su apoyo a Irán, y por las relaciones económicas que han estado cultivando Irán e Irak en respuesta a las sanciones de Estados Unidos. Este es un intento de crear tensión y hostilidad entre Irán e Irak”, ha declarado Scott Bennett, exagente de guerra psicológica del Ejército de Estados Unidos.
El exmilitar añade que esta inestabilidad interna está creciendo, y como consecuencia el Gobierno de Estados Unidos está atrayendo la atención hacia el Oriente Medio.
“En consecuencia, los espías sionistas y saudíes, trabajando en concierto con EE.UU., la CIA (acrónimo de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. en inglés) y el MI6 británico, intentan volver a centrar la atención en el Oriente Medio para tratar de dar nueva vida a la vieja y fracasada práctica occidental de los derrocamientos contra Siria, en lugar de Irak o Irán”, añade.
La provincia de Basora, la más rica en hidrocarburos de Irak y sin embargo una de las que más sufre a causa de la deficiencia de las infraestructuras, es desde el pasado martes escenario de protestas en las que han muerto varias personas.
La Cancillería iraquí ha condenado de manera contundente el ataque al consulado iraní como un “acto inaceptable que daña los intereses de Irak y sus relaciones internacionales”.
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