Se celebró un almuerzo de trabajo en la Casa Blanca con el presidente Donald Trump. Los invitados eran los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU). Fueron a ver las pruebas que EE.UU. les quería presentar para acusar a Irán de vender armas a Yemen. Estos tenían la oportunidad de ver las partes del misil yemení lanzado en noviembre contra Arabia Saudí. Washington dice que es de fabricación iraní.
Para el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento de Irán (Mayles), Alaeddin Boruyerdi, esta es una maniobra contra la capacidad misilística del país persa. Según el parlamentario iraní, Estados Unidos, con tales actos, quiere responsabilizar a Teherán por los crímenes que comete Arabia Saudí en Yemen.
Y como dicen los analistas como Estados Unidos no pudo tener el apoyo de sus socios europeos para romper el acuerdo nuclear, está buscando nuevos escenarios contra Irán.
Las autoridades iraníes dicen que Estados Unidos intenta fabricar pruebas. Además rechazan las acusaciones de la entrega de armas al movimiento popular yemení Ansarolá.
Irán, en reiteradas ocasiones, ha denunciado las falsas acusaciones de Estados Unidos en su contra. Asegura que los intentos de Trump para promover la iranofobia, serán en vano.
Maryam Saeedi, Teherán.
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