“EE.UU. incita a los países árabes del Golfo Pérsico y lleva a cabo una guerra psicológica para venderles armas y desestabilizar la región del Oriente Medio”, dijo el domingo Abás Ali Mansuri Arani, miembro de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles).
También insistió en que Irán sigue una estrategia de carácter disuasorio y defensivo, y el mundo del Islam es el principal beneficiario de su poder.
“EE.UU. incita a los países árabes del Golfo Pérsico y lleva a cabo una guerra psicológica para venderles armas y desestabilizar la región del Oriente Medio”, dijo el Abás Ali Mansuri Arani, un parlamentario iraní
Arani, con estas palabras, aludía a los ejercicios militares de las Fuerzas Armadas de Irán y a sus pruebas de misiles, que, aduce, tienen como objetivo evaluar las amenazas y contrarrestarlas.
En esta línea subrayó que Teherán toma medidas en el marco de la paz y estabilidad de la región y, de hecho, la seguridad de que goza el referido golfo, el estrecho estratégico de Ormuz y el mar de Omán es consecuencia del poder de Irán.
La República Islámica de Irán apuesta por relaciones amistosas con los países vecinos y musulmanes, afirmó Arani, precisando que es la prioridad de la política exterior de Teherán.
Washington y algunos de sus aliados europeos han calificado las recientes pruebas de misiles de Irán de violación de la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y han abogado por nuevas sanciones contra Teherán.
#Iran fortalecerá su capacidad defensiva pese a quien pese https://t.co/DACsRcH7dr pic.twitter.com/NP1mWeviMN
— HispanTV (@Hispantv) April 2, 2016
Frente a las acusaciones estadounidenses, Irán ha garantizado que su capacidad defensiva no constituye amenaza alguna para la región, sino que tiene como objetivo preservar su soberanía e integridad territorial. Según el Gobierno iraní, dichos misiles son armas convencionales de legítima defensa.
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