Bonino ha comparado al grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) con los grupos terroristas de Boko Haram, Talibán y Al-Shabab, por ser “un movimiento extremista inspirado por las ideologías wahabí y salafista”. “Por eso, Teherán puede ser un factor clave en la lucha contra este fenómeno que ha provocado el terrorismo internacional”.
“Irán es un importante aliado para impedir el surgimiento de combates sectarios (en la región del Oriente Medio), y todos necesitamos revisar nuevos vínculos con ese país.”, ha informado este sábado la agencia iraní de noticias IRNA, citando una entrevista de la señora Bonino con el periódico italiano ‘Corriere della Sera’.
“Irán es conocido por su liderazgo sobre la comunidad chií, y eso es un factor esencial en muchos países como Afganistán, Yemen, Irak, Siria y El Líbano”, añade la exjefa de la Diplomacia italiana (abril de 2013-febrero de 2014).
Bonino ha comparado al grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) con los grupos terroristas de Boko Haram, Talibán y Al-Shabab por ser “un movimiento extremista inspirado por las ideologías wahabí y salafista”. “Por eso, Teherán puede ser un factor clave en la lucha contra este fenómeno que ha provocado el terrorismo internacional”, ha agregado.
En cuanto a los diálogos que desarrollan las delegaciones negociadoras de Irán y el Grupo 5+1 sobre el programa nuclear iraní, Bonino ha destacado el avance de los debates, con énfasis en que el principal obstáculo parece ser “la fecha del levantamiento de las sanciones (impuestas por el Occidente a Teherán)”. De acuerdo con la exdiplomática italiana, esto parecer ser “un problema para Washington”.
En octubre de 2014, Bonino en una entrevista concedida al diario italiano ‘La Stampa’, calificó de crucial un acuerdo definitivo con Irán sobre su programa de energía nuclear y aseguró que eso coadyuvaría a restaurar la estabilidad en toda la región.
"Si las negociaciones nucleares no van bien, usted (el Occidente) destruye la única oportunidad real para iniciar un proceso de estabilización en toda la región", advirtió la excanciller, insistiendo en que "(el Occidente) tiene que hacerlo, no por generosidad hacia Irán, sino por sí mismo, porque un acuerdo serio con Irán es clave para el proceso de estabilización de toda la región".
El objetivo de las conversaciones entre Irán y el G5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) es llegar a un pacto definitivo de aquí al próximo 30 de junio y acabar definitivamente con las dudas infundadas del Occidente sobre el programa pacífico de energía nuclear iraní.
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