El Departamento de Estado de EE.UU. emitió el viernes una advertencia a sus ciudadanos sobre viajes innecesarios a Irán, alegando que corrían el riesgo de ser arrestados.
"Varios elementos en Irán siguen siendo hostiles a los Estados Unidos", reza una nota emitida por el Departamento de Estado de EE.UU.
"Varios elementos en Irán siguen siendo hostiles a los Estados Unidos", reza una nota emitida por el Departamento de Estado de EE.UU., y alega que, desde el logro del pacto nuclear en julio de 2015, Irán “ha detenido a varios ciudadanos estadounidenses, en particular a los que tienen doble nacionalidad”.
Esa advertencia reciente, otro signo de hostilidad de Washington contra Irán, parece aludir aunque resulte inopinado a la liberación por parte de Irán de cinco presos estadounidenses, cuatro de ellos con doble nacionalidad iraní-estadounidense en un canje de prisioneros.
Entre los estadounidenses excarcelados se encuentra Jason Rezaian, de 39 años de edad, con doble ciudadanía iraní-estadounidense. Este, corresponsal de Washington Post en la capital iraní desde 2012, fue detenido en Teherán el 22 de julio de 2014 y enfrentaba cargos como “espionaje, colaboración con gobiernos hostiles, recopilación de información clasificada y difusión de propaganda contra la República Islámica”.
El Departamento de Estado recordó que Estados Unidos e Irán carecen de relaciones diplomáticas, por lo que Washington "no puede proporcionar protección o asistencia consular regular a los ciudadanos estadounidenses" en el país persa.
El acuerdo entre EE.UU. e Irán para el intercambio de los presos coincidió con el anuncio oficial de que Teherán había cumplido con los términos del pacto nuclear que suscribió con el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, y Reino Unido, más Alemania), y así la implementación del pacto.
No se trata del primer intento de EE.UU. para impedir los viajes turísticos a Irán. Un mes antes de la implementación del pacto nuclear, el Congreso de EE.UU. aprobó una legislación que cambia el Programa de Exención de Visa (VWP, por sus siglas en inglés) y niega la entrada a suelo norteamericano sin visado a las personas que hayan viajado a Irán, Siria, Irak y Sudán desde el año 2011.
Esta nueva legislación, ratificada por el presidente estadounidense, Barack Obama, perjudica también a los ciudadanos con descendencia de estos cuatro países en la nación norteamericana.
La polémica ley levantó fuertes críticas tanto en Irán, como en los 38 países (la Unión Europea, Australia y Corea del Sur, entre otros países) que por más de 25 años estaban autorizados a viajar a EE.UU. sin visa.
El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, calificó de “absurdas” las nuevas restricciones de EE.UU. en el VWP y recordó que contradicen las obligaciones definidas para Washington en el acuerdo nuclear.
En respuesta, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, escribió una carta a su homólogo iraní para asegurarle de que la legislación no supone un perjuicio para el comercio internacional con Teherán.
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