La provincia de Panamá, con los modernos rascacielos de su ciudad, es la única región del país que consigue registrar números positivos en cuanto a crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y el ingreso per cápita. Desequilibrante para el resto de las provincias y comarcas originarias, donde elementos como la especulación y precarización de condiciones laborales están deteriorando la calidad de vida de las personas.
Los llamados trabajadores informales, unos 600 mil en el país, al igual que 105 mil aproximadamente que lo hacen de manera tercerizada para distintas empresas, aparecen como ejemplo de esta realidad.
Manifestaciones de familias que luchan por el acceso a una vivienda digna, se pueden apreciar constantemente en las calles panameñas, dándole un rostro a esa desigualdad evidenciada por distintos informes de organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Banco Mundial (BM).
La problemática se profundiza al tomar en cuenta la incapacidad estatal para hacer frente al incremento de la pobreza, cuya tasa oscila en el 22 % y disminuye a menor ritmo que el resto de la región.
John Alonso, Ciudad de Panamá.
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