“Hay un cambio en el lenguaje, en las medidas que han dicho que van a tomar, y está bien que se emitan esas declaraciones, pero necesitamos acciones”, ha señalado este miércoles en rueda de prensa el jefe de la oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas en los Territorios Palestinos, Ajith Sunghay.
La presión de la UE sobre Israel ha aumentado en las últimas semanas, en medio del bloqueo a la ayuda humanitaria y el recrudecimiento de la ofensiva militar sobre Gaza, lo que ha llevado a Bruselas incluso a anunciar la revisión de su acuerdo de asociación con el régimen de Tel Aviv.
Sunghay ha afirmado que el cambio de actitud hacia la agresión genocida israelí contra Gaza se nota incluso en la propia sociedad israelí, donde algunos oficiales de las fuerzas armadas están cuestionando las órdenes de bombardear determinadas áreas de Gaza.
“Pero este cambio es lento, debe acelerarse y acompañarse de acciones que aseguren el fin del conflicto”, ha reiterado el representante de la oficina de las Naciones Unidas.
Sunghay también ha alertado sobre la creciente crisis alimentaria en Gaza. Ha descrito cómo niños palestinos sufren hambre, desnutrición e inanición, mientras sus padres no pueden alimentarlos. Las imágenes de bebés palestinos demacrados resultan desgarradoras.
“Israel está creando condiciones incompatibles con la existencia del pueblo palestino como grupo en Gaza”, declaró, haciéndose eco de la declaración anterior del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, Volker Turk, de que esto “equivale a una limpieza étnica”.
Al concluir sus declaraciones, Sunghay ha reiterado su llamado al cese inmediato de la violencia.
“Exigimos una vez más que cesen las matanzas, que pare la destrucción descontrolada y que se libere a los detenidos”, ha recalcado.
Por otra parte, la portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha subrayado que, si bien el régimen sionista tiene la responsabilidad última de poner fin a su brutal agresión militar, el desplazamiento forzado y el uso indiscriminado de armas pesadas contra la población palestina en Gaza, otros países con influencia sobre las autoridades israelíes desempeñan un papel importante.
Los Estados que suministran armas y otro tipo de asistencia al régimen sionista están obligados, bajo la Convención de Ginebra, a asegurarse de que no se utilicen de manera que violen el derecho internacional, ha afirmado.
“Se están cometiendo crímenes de guerra y contra la humanidad, por lo que cada Estado tiene la responsabilidad de reflexionar sobre el tipo de apoyo que brinda en este conflicto, y que contribuye a perpetuarlo”, ha añadido Shamdasani.
Con el apoyo de Estados Unidos, el ejército israelí lleva a cabo desde octubre de 2023 una campaña genocida en Gaza, que ha dejado más de 177 185 muertos y heridos —la mayoría niños y mujeres— y más de 11 000 desaparecidos.
El régimen de ocupación israelí volvió a bloquear toda entrada de ayuda humanitaria a Gaza a principios de marzo y se negó a avanzar hacia la segunda fase de un acuerdo de alto el fuego.
Desde entonces, la ONU y organizaciones humanitarias de todo el mundo han alertado sobre una hambruna mortal que se está produciendo en el enclave.
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