El Ministerio de Exteriores jordano ha confirmado en redes sociales la citación del embajador israelí en el reino, Eitan Sorkis, y ha condenado en los términos más enérgicos el “asalto” de Gvir a los patios de la bendita Mezquita Al-Aqsa esta mañana bajo la estricta protección de las fuerzas de ocupación israelíes y con la participación de decenas de colonos extremistas.
Jordania ha considerado esta medida como “un paso provocativo” y “una violación inaceptable” de la “situación histórica y legal en Al-Quds (Jerusalén) y sus lugares santos” y subrayado que el régimen israelí “tiene toda la responsabilidad de las consecuencias” que puedan derivar de las acciones de este ministro del gabinete de extrema derecha del primer ministro Benjamín Netanyahu.
El Gobierno jordano ha enfatizado que las continuas violaciones y ataques a los lugares sagrados, en conjunto con las continuas incursiones israelíes en los territorios palestinos ocupados, advierten de una mayor escalada y representan una peligrosa tendencia que la comunidad internacional debe trabajar para detener de inmediato.
En el comunicado, ha urgido al régimen israelí a que como potencia ocupante ponga fin inmediatamente a todas las violaciones en Al-Quds, al tiempo que ha instado que “respete” la administración jordana del lugar, recordando que Jordania es la parte que cuenta con la “autoridad legal” y la “jurisdicción exclusiva” para “gestionar los asuntos” en la Explanada de las Mezquitas.
Palestinos advierten a Israel por cruzar “línea roja”
El Ministerio de Relaciones Exteriores palestino aseguró que la visita fue “una provocación sin precedentes” y una “peligrosa escalada del conflicto” y condenó “enérgicamente el asalto a la Mezquita de Al-Aqsa” por parte del ministro israelí.
Por su parte, un portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), advirtió que “la continuación de este comportamiento acercará a todas las partes a un gran enfrentamiento”.
La Mezquita Al-Aqsa es considerada símbolo nacional de Palestina. Israel, que se considera a sí mismo propietario de los territorios palestinos, sueña desde el inicio de su ocupación con la destrucción de este centro de culto a fin de transformarlo en un templo judío.
tmv/rba