El aumento de los asentamientos ilegales israelíes, la demolición de viviendas palestinas y la expulsión de ciudadanos palestinos es un crimen sionista, ha dicho este sábado Hazem Qasem, portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
Conforme ha denunciado Qasem, tales medidas se consideran como “una guerra directa” contra el pueblo palestino, pues no darán legitimidad al régimen de ocupación de Tel Aviv.
Israel comete estos crímenes ante los ojos de todo el mundo, ignorando las leyes e informes internacionales que rechazan sus agresiones, ha lamentado Qasem para luego hacer hincapié en que este tema duplica la responsabilidad de las organizaciones pro derechos humanos para poner fin a la ocupación de los territorios palestinos por este régimen.
Qasem ha puesto también énfasis en que HAMAS no acepta la ocupación israelí y la agresión contra el territorio y la nación palestinos.
Desde la guerra de los Seis Días en 1967, Israel viene construyendo asentamientos en los territorios ocupados de Palestina. Esto, mientras la mayoría de los países y las organizaciones internacionales considera ilegales todas las construcciones en zonas ocupadas. En efecto, una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) condena esta práctica del régimen Tel Aviv.
Sin embargo, el régimen de Tel Aviv hace caso omiso a las denuncias de la comunidad internacional y sigue con su plan expansionista. Israel pretende, entre otros, expulsar a los palestinos de su patria, judaizar y llevar a cabo la limpieza étnica en los territorios ocupados de Palestina.
ftn/hnb
