En la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) todo está listo para recibir al presidente Joe Biden, que llegará este miércoles a la urbe. En el lado israelí, todos dan bienvenida a la visita. Pues, según las estimaciones mediaditas, el objetivo principal del viaje es acercar el régimen de Tel Aviv a Arabia Saudí, país al que Biden volará directamente desde Al-Quds. Sin embargo, del lado palestino encaran la visita con mucho escepticismo y poca expectativa.
Un año y medio tras ascender a la Casa Blanca, Biden no ha dado pasos significativos para establecer lazos con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), rotos durante la era de Donald Trump. Y aunque su Administración se opone formalmente a expansión colonial israelí, no ha ofrecido medidas prácticas para detenerla, según denuncian los palestinos.
Mientras los israelíes ven en la visita de Biden, una oportunidad para calmar la agitación política por el colapso de su Gobierno de coalición, los palestinos denuncian que desde hace años, Washington ha dejado el conflicto israelí-palestino en un segundo plano, dando prioridad a la normalización de los Estados árabes con Tel Aviv.
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