“Para nadie es un secreto lo que está ocurriendo allí”, ha enfatizado este martes el analista internacional de asuntos políticos Nicola Hadwa en una entrevista concedida a HispanTV.
El experto ha puesto en entredicho que la aceleración en la construcción de los asentamientos ilegales israelíes ocurra justo cuando Donald Trump, presidente de EE.UU., tiene que abandonar la Casa Blanca.
A su juicio, la llegada al poder del presidente electo estadounidense, Joe Biden, no supone un cambio significativo en las relaciones de EE.UU. y el régimen de Israel ni en la desaceleración de los proyectos de construcción, puesto que la política que tiene el país norteamericano en cuanto a la región de Asia Occidental la planifica Israel, y los políticos norteamericanos, tanto republicanos como demócratas, están muy controlados por el lobby sionista.
“No se trata de una simpatía, es un control político que hay sobre ellos; de modo que no se espera un mayor cambio. Lo que sí pudiera haber es una ralentización del proceso de colonización”, ha apostillado.
Según ha anunciado la jornada de hoy el portal local Arab 48, los funcionarios israelíes han aprobado erigir 8300 nuevas unidades residenciales, industriales y comerciales para los colonos, en la ciudad cisjordana de Al-Quds (Jerusalén).
La nueva medida expansionista israelí tiene lugar pocos días después de que el régimen de Tel Aviv aprobase la construcción de otras 9000 viviendas ilegales más en Al-Quds.
Varios reportes precisan que 2020, el último año de la Administración de Trump, ha roto ya los récords de ampliación de los asentamientos israelíes en casi una década.
Fuente: HispanTV Noticias
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