• El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.
Publicada: domingo, 17 de abril de 2016 7:27

El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, condenó enérgicamente la última resolución de la Unesco, que consideró el complejo de la Mezquita Al-Aqsa como un lugar islámico.

El régimen israelí, que se considera a sí mismo como el principal propietario de los territorios palestinos, desde el inicio de su ocupación, sueña con destruir la Mezquita Al-Aqsa, en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), a fin de transformarla en un templo judío.

"Esta es otra absurda decisión de las Naciones Unidas. La Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) hace caso omiso de la conexión histórica del judaísmo con el Monte del Templo (Mezquita Al-Aqsa)", sostuvo el sábado el premier israelí.

Esta es otra absurda decisión de las Naciones Unidas. La Unesco hace caso omiso de la conexión histórica del judaísmo con el Monte del Templo (Mezquita Al-Aqsa)", sostuvo el premier israelí, Benyamin Netanyahu

La resolución de la Unesco se refiere al régimen de Israel como la "fuerza de ocupación" en cada mención, y utiliza el término árabe de Mezquita Al-Aqsa para el lugar sagrado del Islam, en lugar de llamarlo el Monte del Templo, utilizado por los israelíes.

El texto de Unesco también incluyó el nombre árabe del Muro de Al-Buraq para hacer referencia a lo que los israelíes llaman Muro de Lamentaciones.

La Mezquita Al-Aqsa, en la ciudad sagrada de Al-Quds.

 

Además, la ONU acusó al régimen de Tel Aviv de "plantar falsas tumbas judías en otros espacios de los cementerios musulmanes" y de convertir muchos restos islámicos y bizantinos en lugares de oración judíos.

Asimismo, denunció las medidas restrictivas que el régimen de Israel ha puesto para impedir el acceso de los fieles musulmanes a los lugares sagrados islámicos.

Desde septiembre de 2015, las tensiones en los territorios ocupados de Palestina aumentaron drásticamente tras nuevas incursiones y profanaciones contra la Mezquita Al-Aqsa, que exacerbaron la ira del pueblo palestino.

Estos hechos dieron lugar a un nuevo levantamiento palestino contra el régimen de Israel, que pasó a ser conocido como la III Intifada o la Intifada de la ciudad del Al-Quds.

Según el tratado de paz Wadi Araba (1994) entre Jordania y el régimen de Tel Aviv, Amán tiene la responsabilidad de proteger los lugares santos islámicos y cristianos en Al-Quds, y los judíos pueden entrar, pero no realizar rituales.

mkh/ctl/msf