Weinstein anunció su decisión después de que el auditor israelí, Joseph Shapira, denunciara la semana pasada que los gastos domésticos de la familia de Netanyahu son "significativamente excesivos" e "incompatibles con los principios básicos de proporcionalidad, sensibilidad, ahorro y eficiencia".
De esta manera, el fiscal consideró que las pruebas recogidas hasta ahora levantan sospechas contra el premier israelí y, el jueves, se reunió con otros fiscales para abordar el testimonio de Meni Naftali, exencargado del mantenimiento de la residencia oficial de Netanyahu.
El informe, elaborado tras las quejas de los parlamentarios sobre los gastos de Netanyahu y su esposa, provocó también duras críticas de la oposición en víspera de las elecciones.
Sin embargo, Weinstein dejó el proceso investigativo para después de los comicios parlamentarios que se celebrarán el 17 de marzo alegando que intenta evitar la politización del asunto.
El pasado 31 de enero, la oposición israelí exigió la apertura de una investigación judicial contra el premier israelí y su esposa por apropiación de fondos público, en otro escándalo relacionado con el reintegro obtenido de envases reciclables y el consumo excesivo de alcohol.
Hace dos años, Benyamin y Sara Netanyahu devolvieron 1000 dólares al régimen en concepto de depósitos de botellas. Sin embargo, según un exempleado de la residencia oficial, la cantidad que adeudan por los depósitos es mucho mayor a la entregada.
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