El jueves, un grupo de colonos extremistas prendió fuego a un monasterio de la Iglesia Ortodoxa Griega, ubicado en el Monte Sión, en Al-Quds, ocasionando grandes daños materiales al lugar pero sin dejar víctimas.
Los colonos israelíes escribieron lemas insultantes contra el cristianismo y el profeta Jesús (Paz sea con él) en las paredes de esa iglesia.
Los ataques son una consecuencia directa de los llamamientos a que se reconozca Israel como un estado judío y a Jerusalén como la capital eterna e indivisible de los judíos
Teófilo III ha subrayado que los cristianos siempre serán una "parte auténtica" del pasado y el futuro de Al-Quds, al tiempo que ha enfatizado que estos asaltos "no atemorizarán a la iglesia ni a sus seminaristas".
Este acto vandálico ocurrió un día después de un ataque similar a una mezquita ubicada en la ciudad cisjordana de Beitolahm (Belén), donde varios colonos judíos incendiaron el edificio y dejaron algunas pintadas en la estructura, entre ellas, "Queremos la redención de Sión" y "Venganza" junto a una estrella de David (símbolo de judaísmo).
Tras dicho ataque, el coordinador especial de las Naciones Unidas para el proceso de paz de Oriente Medio, Robert Serry expresó, en un comunicado, su profunda preocupación “por las agresiones relacionadas con motivos religiosos”.
El comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha condenado los recientes actos racistas de colonos israelíes contra los lugares santos de musulmanes y cristianos y ha culpado al régimen colonizador de Tel Aviv por la creciente ola de violencia sectaria en los territorios ocupados palestinos.
"Estos terroristas han sido incitados y protegidos por un régimen que afirma que tiene la exclusividad de esta tierra y que justifica la ocupación ilegal y la colonización", ha dicho Saeb Erekat, miembro del comité ejecutivo de la OLP.
"Los ataques son una consecuencia directa de los llamamientos a que se reconozca Israel como un estado judío y a Jerusalén como la capital eterna e indivisible de los judíos", ha agregado.
Los colonos sionistas, que cuentan con la luz verde del ejército israelí para recurrir a la violencia contra los palestinos, profanan los lugares sagrados de musulmanes y cristianos, además, no escatiman ningún esfuerzo para presionar a los palestinos a que abandonen su propio territorio.
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