• Mohamad Mehdi Karami (izda.) durante la audiencia judicial. Karami (dcha.) en la escena del crimen donde el joven Ruholá Ayamian fue asesinado.
Publicada: viernes, 16 de diciembre de 2022 10:28

En los últimos meses, alborotadores han desatado el reino del terror en todo Irán, matando a varios civiles y fuerzas de seguridad en una campaña viciosa.

Por Hiba Morad

Muchos agitadores fueron arrestados y llevados a juicio. Ellos admitieron los crímenes que cometieron, algunos no solo confesaron voluntariamente los asesinatos, sino que también fueron identificados en los vídeos y fotos que se hicieron virales en las redes sociales.

Uno de estos casos es el de Mohamad Mehdi Karami, que ha sacudido la Internet en los últimos días.

Todas las religiones monoteístas están de acuerdo en que cualquiera que intencionalmente quite la vida a un ser humano deberá ser condenado a muerte. Además, todas las religiones enfatizan la importancia del orden social y la justicia. En la jurisprudencia islámica, solo el homicidio intencional exige la pena de muerte.

Los medios estadounidenses y occidentales han estado liderando una campaña despiadada contra Irán, llamando a las ejecuciones relacionadas con los disturbios “una ola de asesinatos”.

El homicidio intencional es un delito punible con la muerte, incluso en EE.UU., país que presionó para que expulsaran a Irán del panel de mujeres de la ONU, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte.

En un intento de manipular la opinión pública con respecto a la ejecución de dos hombres que admitieron sus crímenes durante las últimas semanas, los principales medios de comunicación han montado una campaña basada en retórica emocional: entrevistas a los familiares de las personas detenidas durante los recientes disturbios mortales.

Últimamente, se publicó una entrevista con el padre de Karami en la que expresó su preocupación por el destino de su hijo. Los medios de comunicación y activistas de las redes sociales pronto comenzaron a recoger fragmentos de la entrevista de Mashalah Karami, quien desató emociones, sin tener en cuenta la ley del país.

La misma obsoleta operación de los medios

Los medios antiraníes se apresuraron a hacer circular la entrevista dándole un giro falso. Al igual que en casos anteriores, la entrevista se convirtió en decenas de informes que difundían noticias falsas, afirmando que fue abusado, golpeado, torturado, agredido sexualmente y recibió amenazas de violación.

Los medios de comunicación intentaron montar una campaña para influir en la opinión pública y aprovecharse de la “simpatía del público” por el condenado, para anular el veredicto.

 

Mohamad Mehdi Karami ha sido presentado como “un campeón nacional” en Karate, un “joven inocente”, un “manifestante iraní encarcelado” y un “joven kurdo arrestado en protestas pacíficas”.

La retórica étnica se ha utilizado ampliamente desde el comienzo de los disturbios en Irán, a mediados de septiembre, con un enfoque especial en los kurdos, para promover la división y la tensión entre las diferentes etnias de Irán y respaldar una política de “dividir a Irán”.

Confesiones, en vídeo

En un vídeo, Karami confesó que estuvo presente en la escena del crimen y participó en el asesinato del joven iraní Seyed Ruholá Ayamian, miembro de las Fuerzas Populares de Resistencia (conocido como Basich).

Ayamian fue asesinado a puñaladas por un grupo de alborotadores con armas blancas a principios de noviembre, golpeado brutalmente y arrastrado vivo por la calle por al menos 30 personas en la ciudad de Karaj, la capital de la provincia central de Alborz.

Karami describió cómo él y otros alborotadores asesinaron a Ayamian a sangre fría y narró en detalle el espantoso incidente ante el tribunal en presencia de la familia de Ayamian.

“Lo golpeé con una piedra en la cabeza y luego le di tres puñetazos en la cabeza. Él cayó al suelo. Tan pronto como cayó al suelo, un tipo lo pateó violentamente en el costado y el tronco”, dice Karami, en el vídeo de la corte, publicado en el espacio digital.

También admitió que los alborotadores fueron armados con muchas armas blancas, lo que refuta por sí las afirmaciones de que eran los llamados “manifestantes pacíficos”.

Se ve a Karami en un vídeo que circula en las redes luego del brutal asesinato, golpeando a Ayamian en la cara con sus botas y arrastrándolo sobre asfalto mientras el joven se hunde en su sangre y alguien grita de fondo “basta, basta”. Karimi confesó el crimen sin coacción.

El pretexto de Karami para su mala conducta y participación en el asesinato fue que fue “engañado” por los medios extranjeros y que las intensas campañas lo habían atrapado a él y a sus amigos.

Los jóvenes en estos días han sido cautivados por la cultura de las celebridades y las campañas mediáticas, engañados por publicaciones en las redes sociales de personas como la agente de la CIA, Masih Alineyad. Tales personas han estado avivando el odio y la violencia a través de noticias falsas, incitando a los jóvenes iraníes a cometer actos delictivos cobardes.

Majidreza Rahnavard, quien fue ejecutado hace unos días por matar a dos jóvenes en Mashhad, dijo en un vídeo que fue influenciado por Karimi y manipulado emocionalmente.

Mashalá Karami y algunos otros padres quieren que sus hijos vivan, aunque probablemente saben en el fondo que cometieron crímenes diabólicos, y esto es comprensible.

Sin embargo, la ley seguirá su curso. Para que cualquier sociedad sobreviva, debe anclarse en la ley que rige el comportamiento de la sociedad, las relaciones, los derechos y las obligaciones.


Texto recogido del artículo en inglés por Hiba Morad, publicado en Press TV.