“Trump está dispuesto a envenenarlo todo y prenderle fuego. Su comportamiento es peligroso y horrible”, advirtió el viernes Norbert Röttgen, presidente del Comité de Política Exterior del Parlamento alemán, en una entrevista con un medio germano, en la que se refirió a los desafueros del presidente de EE.UU., Donald Trump, que, desde la Casa Blanca, rompiendo todas las reglas institucionales denunció también el viernes una supuesta conspiración para arrebatarle sus opciones de reelección por otros cuatros años.
El mandatario republicano volvió a arremeter contra el sistema de votación por correo en EE.UU., al que calificó de “corrupto” y, al mismo tiempo, insistió en que el litigio por el resultado de las elecciones puede terminar en la Corte Suprema.
Röttgen, líder del Partido Demócrata Cristiano de Alemania (CDU, por sus siglas en germano), advirtió de que las incendiarias declaraciones del líder republicano podrían alentar a sus partidarios a salir a las calles de las ciudades para defender lo que según ellos interpretan como un sistema democrático que se encuentra supuestamente en peligro.
Añade que si el candidato republicano a las presidenciales de EE.UU. no reconoce la posible victoria de su rival demócrata, Joe Biden, muestra su mal perder, pero la situación, advierte el parlamentario, es el preámbulo de una crisis institucional que podría acarear imprevisibles consecuencias para Washington.
Dicho esto, el diputado germano destacó que en Alemania se confía en que las instituciones constitucionales de EE.UU. con la ley de su parte reconduzcan la narrativa desafiante y peligrosa de Trump, que pone en entredicho el sistema democrático de sufragio universal.
Con millones de votos aún sin contar, Trump, en un discurso ofrecido la madrugada del miércoles desde la Casa Blanca, aseguró que había derrotado a Biden y habló de un “fraude importante” en su contra en las elecciones del 3 de noviembre. El mandatario hizo esta declaración pese a que los funcionarios electorales seguían contando las papeletas por correo, tras advertir que este escrutinio tomaría más tiempo del habitual.
La campaña electoral del líder republicano, a sabiendas de que los votos emitidos por correo en su mayoría no le son favorables en la recta final del duelo con Biden, insiste en la figura del fraude para deslegitimar el conteo de votos. De hecho, exige el recuento de los sufragios en estados clave como Wisconsin y Michigan, donde la victoria ha sido para el candidato demócrata o pide que se deje de seguir contando los sufragios en Georgia y Pensilvania, donde se visualiza un adelanto provisional de su rival. También amenaza con acudir al Tribunal Supremo para detener el conteo de esos votos.
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