En concreto, la agencia Andalou, citando a funcionarios turcos, precisó el sábado que la construcción de unos 564 kilómetros de la parte principal de la citado valla estuvo a cargo de la empresa estatal de construcción TOKI, y del resto, 200 km, en manos de varios constructores turcos.
El muro, de placas de cemento de tres metros de alto, ha sido levantado a lo largo de seis provincias fronterizas turcas: Sanliurfa, Gaziantep, Kilis, Hatay, Mardin y Sirnak, agregó.
La agencia turca, asimismo, señaló que constructores estatales de Turquía han terminado otro muro de 144 kilómetros en zonas limítrofes surorientales con Irán.
Ankara comenzó en 2015 la construcción de un muro en la frontera con Siria con miras a frenar la inmigración y el contrabando. Ese mismo año, Turquía, con una política de frontera abierta, vio llegar a casi tres millones de sirios, solicitantes de refugio, tras la crisis creada por los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe).
Las obras del muro llegan a su fin mientras Turquía ha emprendido varias operaciones militares en las zonas norteñas de Siria, controladas por las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), una milicia kurdo-sirias, protegida por Washington y consideradas terrorista por Ankara.
A su vez, Siria tacha de “inaceptable” la intervención militar turca en su territorio y reitera que la presencia no oficial de cualquier fuerza extranjera en el país obstaculizará el proceso de paz.
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