• Mujeres iraníes dialogan con el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, en la ceremonia por el Día de la Mujer, 22 de diciembre de 2024.
Publicada: domingo, 22 de diciembre de 2024 18:48
Actualizada: domingo, 22 de diciembre de 2024 19:09

Las mujeres iraníes han llegado a puestos de liderazgo con una tasa de aceptación de 61% en universidades, 25 % en gestión, 11 % en empresas, refiere Nournews.

En un artículo, el portal Nournews revisa los logros de las mujeres iraníes en ocasión del Día de la Madre y el Día de la Mujer que se celebra este domingo en el aniversario del auspicioso nacimiento de Fátima az-Zahra (la paz sea con ella), la única hija del Profeta del Islam, el Hazrat Mohamad (la paz sea con él y su descendencia).

En la nota se hace referencia a que aunque en el decimocuarto gobierno la presencia de mujeres en puestos ejecutivos de alto nivel ha alcanzado su punto más alto entre todos los gobiernos de la República Islámica de Irán, esta cifra aún no se corresponde con la fuerza laboral femenina calificada, educada y especializada de Irán. Las estadísticas oficiales muestran que en el Gobierno de Masud Pezeshkian, 45 mujeres ocupan puestos ejecutivos de alto nivel dentro del gabinete, que van desde puestos ministeriales y vicepresidenciales hasta puestos de gobernadora.

Según la portavoz del Gobierno, Fateme Mohayerani, “en áreas donde el ingreso es competitivo, como el ingreso a las universidades y los campos tecnológicos, las mujeres están a la cabeza porque el ingreso a estos centros se basa en las capacidades potenciales de las personas”.

 

Por su parte, la vicepresidenta de Asuntos de la Mujer y la Familia del decimocuarto Gobierno, Zahra Behrooz Azar, mencionó que la tasa de aceptación de mujeres en las universidades es del 61% de todos los participantes y su participación en el ámbito de las empresas tecnológicas es del 11%. 

Actualmente, las mujeres en Irán tienen un estatus especial en el campo de la educación superior, tanto es así que según un informe titulado “La presencia de las mujeres iraníes en el campo de la educación superior en las 4 décadas posteriores a la Revolución Islámica”, preparado por el Ministerio de Ciencia, Investigación y Tecnología, la proporción de admisiones de mujeres en todos los niveles de educación superior ha aumentado a más del 60 % de las solicitantes, y anualmente, más de 4500 mujeres son admitidas en el programa de doctorado.

Aunque en este estudio global no se especifica la posición de las mujeres en puestos directivos en Irán, si consideramos los datos internos oficiales que indican que la participación de las mujeres en puestos directivos es del 25 %, se puede concluir que Irán ocupa un puesto más alto en términos de presencia de mujeres en puestos directivos en comparación con otros países de la región. Sin embargo, la comparación solo con los países de la región no debe llevarnos a conformarnos con esta posición. Como se destacó con respecto a la participación del 50 % de las mujeres en la gestión, solo apoyándose en la meritocracia se puede avanzar en esta área.

En este sentido, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, también, durante una reunión con un grupo de mujeres el año pasado en vísperas del aniversario del nacimiento de Hazrat Fátima az-Zahra (P), se refirió a cuestiones sobre la presencia de mujeres en diversos trabajos y roles de gestión social y gubernamental, enfatizando que el género no es un problema en este campo y que no hay limitaciones a la participación de las mujeres.

El Líder consideró que la meritocracia es el único criterio para asignar responsabilidades sociales y políticas tanto a las mujeres como a los hombres, y afirmó que incluso en puestos como ministros o miembros del Parlamento, si una mujer experimentada y capaz es mejor y está más calificada, el Islam no le impone ninguna restricción para asumir esos roles. Esta opinión y perspectiva fueron reafirmadas por él en la reunión de este año.

Por otra parte, durante la selección de los miembros del gabinete, el decimocuarto gobierno asignó una cuota significativa para la selección de gerentes femeninas, lo que se considera un buen paso para abordar la desigualdad de género en los puestos de alta dirección. Sin duda, estas acciones pueden abrir nuevos horizontes para que las mujeres iraníes desempeñen un papel en los puestos directivos. Por lo tanto, se espera que las mujeres educadas, inteligentes y capaces en Irán rompan el “techo de cristal” y provoquen un nuevo cambio.

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