Durante un mitin en 2010 para asumir las riendas del citado partido, Le Pen arremetió contra los musulmanes que rezaban en las calles cuando las mezquitas estaban llenas. Por tales declaraciones antislámicas será juzgada por cargos de “incitación a la discriminación por las creencias religiosas de las personas”, ha informado este martes la oficina del fiscal en Lyon (este).
Lo lamento mucho, pero a los que les gusta mucho hablar de la Segunda Guerra Mundial, se trata de hablar de ocupación, podríamos hablar de ello, porque eso, es una ocupación del territorio”, declaró la líder del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen.
“Lo lamento mucho, pero a los que les gusta mucho hablar de la Segunda Guerra Mundial, se trata de hablar de ocupación, podríamos hablar de ello, porque eso, es una ocupación del territorio”, declaró Le Pen durante un acto en la mencionada ciudad.
Se trata de “una ocupación de partes del territorio, de barrios en los que la ley religiosa se aplica, es una ocupación. Es cierto, no hay blindados, no hay soldados, pero es una ocupación igualmente y pesa sobre los habitantes”, aseveró la líder del FN.
Las declaraciones de Le Pen provocaron indignación en Francia, y es por ello que el fiscal de Lyon abrió en ese momento una investigación por “incitación al odio racial”. El caso se cerró en 2011 pero volvió a abrirse en 2012 tras la demanda de una asociación antirracista.
Le Pen fue acusada en julio 2014 después de que su inmunidad como miembro del Parlamento Europeo fuera levantada tras una votación.
No es la primera vez que personalidades políticas y las autoridades francesas pronuncian afirmaciones contra los musulmanes. El pasado mes de mayo las declaraciones que realizó el alcalde francés Robert Ménard, apoyado por el FN, sobre el alto porcentaje de niños musulmanes en las escuelas de su municipio causaron indignación y una investigación judicial preliminar en su contra.

De acuerdo con un artículo de opinión publicado en el diario Le Monde, el procedimiento de Ménard pasa por el artículo 226-19 del Código Penal y puede costarle hasta cinco años de cárcel y una multa de 300.000 euros.
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