“Rusia podría llevar a cabo una ofensiva a gran escala en Polonia, los países bálticos y Kazajistán como parte de un operativo militar ‘global’ de desmilitarización y desnazificación”, adujo el viernes el asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, en su cuenta de Twitter.
En esta línea, el también negociador principal de Ucrania en las conversaciones de paz ruso-ucranianas acusó a Moscú de querer derramar la sangre de europeos. “Rusia francamente promete que habrá mucha sangre europeo”, alertó Podoliak sin especificar precisamente a qué promesa rusa se refería.
En lo que respecta al proceso de los diálogos, subrayó que las pláticas siguen en curso, a pesar de que las dos partes todavía están lejos de un punto de concordia y que el diálogo podría durar incluso “meses”.
Las declaraciones del funcionario ucraniano se producen mientras Rusia en reiteradas ocasiones ha dejado claro que con su operación especial no busca ocupar el territorio de Ucrania, sino que quiere desmilitarizarla, y que todo eso se debe a las provocaciones de Kiev y sus aliados occidentales, además de haber ignorado las demandas de seguridad de Moscú.
Rusia cree que desde el inicio de su operación en Ucrania, el pasado 24 de febrero los países occidentales están llevado a cabo una campaña rusófoba mediante la guerra mediática para desviar la atención pública de la realidad. El viernes, el presidente ruso, Vladimir Putin, comparó la política discriminatoria del Occidente contra la cultura rusa con la quema de libros de los nazis en década de 1930.
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