La reunión trilateral se celebró ayer martes en el Ministerio de Exteriores de Rusia, a la que asistieron el negociador jefe del Gobierno iraní, Husein Yaber Ansari, el enviado especial de la Presidencia de Rusia para Siria, Alexander Lavrentiev, y el vicecanciller de Turquía, Sedat Önal.
La última situación de Siria, con una gran atención en la provincia de Idlib (noroeste de Siria), convertida en destino de evacuación de los grupos terroristas y los llamados rebeldes procedentes de otras regiones de Siria y contrarios a la reconciliación con el Gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad, fue el tema central del encuentro.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Vershinin, enfatizó a los periodistas la firme voluntad de los países garantes de continuar con las cooperaciones trilaterales para supervisar la situación en Siria en el marco de los diálogos de Astaná (capital kazaja).
Entre tanto, Yaberi Ansari, el asistente especial para Asuntos Políticos de la Cancillería iraní, subrayó la complejidad de la escena en Idlib por presencia masiva de los grupos armados y terroristas, por una parte, y la concentración de la población –unos tres millones de personas– en la zona, por otra.
Irán está en busca de que se resuelvan paso a paso los problemas en Idlib sin generar daños mortales y grandes complicaciones en la zona hasta que su soberanía esté bajo el control de Damasco”, enfatizó Husein Yaberi Ansari, el asistente especial para Asuntos Políticos de la Cancillería iraní.
Él mencionó una iniciativa de Irán, aceptada por Rusia y Turquía, que busca dejar la zona bajo el dominio del Gobierno de Damasco y a la vez, evitar amplios enfrentamientos que puedan provocar desastres humanitarios.
“Irán está en busca de que se resuelvan paso a paso los problemas en Idlib sin generar daños mortales y grandes complicaciones en la zona hasta que su soberanía esté bajo el control de Damasco”, enfatizó el diplomático iraní.
Idlib sigue en manos de las bandas rebeldes y extremistas afines a Al-Qaeda desde 2015. En la provincia han sido evacuados, en virtud de acuerdos de reconciliación, integrantes de distintos grupos armados que se negaron a rendirse tras las operaciones del Ejército en Alepo (norte), Homs (centro), Guta Oriental (al este de la capital) y Daraa (sur).
Tras siete años de conflicto, el Gobierno sirio ha podido arrebatar a los extremistas grandes territorios, y ello se ha logrado, en gran medida, gracias al respaldo de los asesores militares iraníes, el Ejército ruso y los combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
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