La sentencia, informada este jueves, fue emitida luego de que el mismo tribunal egipcio decidiera repetir por segunda vez el juicio por irregularidades que ocurrieron hace casi tres años en el proceso de su juicio.
La corte ha enfatizado que no hay lugar a nuevas apelaciones, pues una corte condenó a Mubarak a cadena perpetua en 2012 por reprimir brutalmente las protestas pacíficas, pero dos años después, un tribunal egipcio declaró no culpable a Mubarak.
El exmandatario egipcio ha rechazado todos los cargos en su contra y ha asegurado a la Justicia que “nunca” fue implicado en la muerte de los manifestantes.
Este juicio se considera el último al que se enfrenta el dictador de 88 años de Egipto luego de que experimentara diferentes procesos judiciales desde su derrocamiento, sucedido en febrero de 2011.
Por el momento, él solo tiene una condena en firme. Mubarak y sus dos hijos, Alaa y Yamal, fueron condenados por la Justicia egipcia a tres años de prisión por destinar millones de dólares de fondos públicos a renovar sus residencias privadas.
Mubarak reposa hasta la fecha en un hospital militar y sus hijos se hallan en libertad.
No se ha revelado como una prioridad del poder actual hacer que los corruptos del régimen paguen por sus crímenes con la cárcel.
Ministros y personajes vinculados al régimen de Mubarak han desfilado por los tribunales en múltiples casos. Cada vez más alejados de los focos, los procesos se han ido saldando mayoritariamente con la absolución de los acusados.
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