• Revolución de Egipto. Enero de 2011
Publicada: lunes, 18 de mayo de 2015 17:24

Tras la sentencia de muerte contra el derrocado presidente egipcio Mohamad Mursi, el diario estadounidense The Washington Post anunció que El Cairo busca disfrazar la revolución de 2011 de complot extranjero.

Al imponer la condena a muerte a Mursi, el Gobierno del presidente Abdel Fatah al-Sisi intenta disfrazar la revolución popular de Egipto de una conspiración extranjera", escribe The Washington Post.

“Al imponer la condena a muerte a Mursi, el Gobierno del presidente Abdel Fatah al-Sisi intenta disfrazar la revolución popular de Egipto de una conspiración extranjera”, ha anunciado este lunes el sitio Web egipcio Al-Mesryoon, citando a 'The Washington Post'.

Con ese veredicto contra Mursi y otros destacados miembros de los Hermanos Musulmanes (HHMM), el Ejecutivo de Al-Sisi busca erradicar la revolución de Egipto ( 25 de enero de 2011), e intenta aprobar que esto no fue una revolución popular y liberalista.

Después de ese veredicto, un tribunal en El Cairo, la capital, ha alegado que las fuerzas del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), según un plan previo, pusieron en libertad a Mursi y otros prisioneros durante la revolución de 2011, además de estar implicados en los disturbios en el país.

El sábado, las autoridades judiciales de este país norteafricano anunciaron que la condena a muerte impuesta a Mursi y otros 105 prominentes miembros de los HHMM será remitida al gran mufti de Egipto, Shauqi Alam.

Anteriormente, el líder espiritual de los HHMM, Mohamad Badie, y otros 13 miembros de alto rango del movimiento fueron condenados a la pena capital.

Varios países, individuos y organizaciones como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Amnistía Internacional (AI) y HAMAS rechazaron el referido fallo.

Desde el derrocamiento de Mursi el 3 de julio de 2013, las autoridades egipcias, con el aval del presidente Al-Sisi, han reprimido violentamente a los simpatizantes de los HHMM, agrupación a la que pertenece el depuesto mandatario, y que fue declarada “organización terrorista” a finales de 2013.

Policía egipcia reprime a simpatizantes de Mursi.

 

Como consecuencia de las medidas represivas del Gobierno egipcio, al menos 1400 personas perdieron la vida en las manifestaciones, 15.000 acabaron detenidas y cientos recibieron condenas a muerte.

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