Este nuevo avance se ha hecho en la Conferencia de Seguridad ‘Diálogo de Shangri-La’ en Singapur tras la firma del Memorando de Adquisiciones de Defensa Recíproca entre los titulares de Defensa de EE.UU. y Japón, Ashton Carter y Gen Nakatani, respectivamente.
Lo pactado facilitaría el suministro de piezas diseñadas especialmente para los proyectos militares a las gigantes empresas norteamericanas fabricantes de armas como Lockheed Martin y Raytheon por parte de las compañías del país nipón.
El nuevo acuerdo, que según la agencia británica de noticias Reuters facilita el acceso al mercado militar estadounidense, pudo tomarse tras el levantamiento de una prohibición de la exportación de armas por el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en 2014.

Esto viene mientras EE.UU. tiene una restricción sobre la adquisición de los equipos militares, como titanio y otros metales, desde el exterior bajo la política que insiste en comprar los materiales fabricados en EE.UU. y añade tarifas y otros impuestos sobre las piezas extranjeras.
Estados Unidos, que solamente en los últimos años ha gastado unos 600 millones de dólares anuales en el sector militar, es responsable de casi un tercio de los gastos militares mundiales, cuatro veces más que su principal rival China.
Además de Japón, Washington tiene pactos de compra de defensa con otros 23 países, en su mayoría con sus socios europeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Japón se ha convertido en el primer país asiático en unirse a esta lista.
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