Al inicio de la reunión celebrada en Islamabad, capital paquistaní, el asesor del primer ministro para Asuntos Exteriores de ese país, Sartay Aziz, ha hecho hincapié en la necesidad de llevar a los talibanes a la mesa del diálogo y convencerlos de que depongan las armas, tras más de una década de conflictos en Afganistán.
"Por ello, es importante que no se formulen condiciones previas para el inicio del proceso de negociaciones, ya que esto sería contraproducente. La amenaza del uso de la acción militar contra partes irreconciliables no puede preceder a una oferta de diálogo a todos los grupos", ha argumentado el asesor del primer ministro para Asuntos Exteriores de Paquistán, Sartay Aziz.
"Por ello es importante que no se formulen condiciones previas para el inicio del proceso de negociaciones, ya que esto sería contraproducente. La amenaza del uso de la acción militar contra partes irreconciliables no puede preceder a una oferta de diálogo a todos los grupos", aduce.
Paquistán, ha afirmado Aziz, otorga gran importancia a los países vecinos y siente el deber de asegurar la paz en la región.
El último intento del Gobierno afgano para hacer la paz con Talibán fracasó el año pasado, después de que los talibanes anunciaran la muerte de su líder, el Mulá Mohamad Omar, lo que provocó una gran división entre las facciones insurgentes.
La reunión cuadripartita se celebra en medio de la creciente ofensiva de Talibán en Afganistán, donde los insurgentes han ganado terreno en la provincia sureña de Helmand apoderándose brevemente de la ciudad norteña de Kunduz y lanzando una serie de ataques contra la capital, Kabul, en los últimos meses.
El sábado, el Ministerio afgano de Relaciones Exteriores dijo en un comunicado que el objetivo de esas conversaciones a cuatro bandas es elaborar una "hoja de ruta" para las negociaciones de paz con Talibán.
No obstante, Kabul acusa al Gobierno de Islamabad de apoyar en secreto al grupo insurgente Talibán. De hecho, fue uno de los tres Estados que reconoció oficialmente a Talibán, que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001.
La inestabilidad crece en Afganistán, pese a que fuerzas extranjeras lideradas por EE.UU. ocuparon el país durante 14 años con la excusa de combatir el terrorismo de Talibán, un flagelo que, de hecho, se agravó tras la invasión foránea, según mantiene el expresidente afgano Hamid Karzai.
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