• El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
Publicada: jueves, 27 de agosto de 2015 10:16

El presidente de Nicaragua condenó las posturas intervencionistas adoptadas por EE.UU. frente a países progresistas del mundo porque, a su juicio, promueve la desestabilización.

Nosotros no aceptamos la intervención (de los estadounidenses) bajo las diferentes modalidades que practican ahora. La rechazamos. Eso provoca inestabilidad en todos los países sometidos a este tipo de políticas”, manifestó el miércoles el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega.

Nosotros no aceptamos la intervención (de los estadounidenses) bajo las diferentes modalidades que practican ahora. La rechazamos. Eso provoca inestabilidad en todos los países sometidos a este tipo de políticas”, manifestó el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega.

Durante un discurso presentado con el motivo del 36º aniversario del Cuerpo Médico Militar del Ejército de este país centroamericano, Ortega advirtió que existe un proceso de desestabilización en Centroamérica y Sudamérica, el cual propicia la anarquía y el desastre.

No voy a mencionar los países, pero está a la vista, los países que están sufriendo el impacto de la desestabilización, aquí mismo en Centroamérica, allá en Sudamérica, ratificó.

Por orto lado, aclaró que a partir del 2007 y con el retorno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) al poder, las relaciones bilaterales Managua-Washington alcanzaron un punto de equilibrio, al tiempo de acentuar que todo lo que contribuya a la paz de Nicaragua y en la región centroamericana será bien recibido.

Sin embargo, la embajadora norteamericana, Phyllis Powers, acreditada en Nicaragua, aseguró el pasado lunes que su Estado está preocupado por la decisión de la Administración nicaragüense para construir su Gran Canal Interoceánico.

Phyllis Powers, embajadora de Estados Unidos acreditada en Managua, capital nicaragüense.

 

El analista de política internacional, Jorge Kreynes, explicó que las acciones desestabilizadoras que se han presentado en la región suramericana son pruebas contundentes de que existe una política de golpes blandos bajo el mandato de la Casa Blanca, para afectar a los gobiernos progresistas.

En los inicios del mes agosto en curso, el dignatario ecuatoriano, Rafael Correa, advirtió de una "nueva guerra fría" contra los Ejecutivos izquierdistas en Latinoamérica con el fin de “aniquilarlos”. 

Asimismo prosiguió que no es "casualidad" que un fenómeno común ocurriera en Argentina, Brasil, Bolivia, Venezuela y Ecuador, donde las autoridades se están enfrentando a un descontento social.

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