Así lo ha manifestado la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tras concluir las votaciones para elegir a los ministros, jueces y magistrados del poder judicial. Los primeros comicios judiciales del país contaron con una participación inferior a otros eventos electorales, en torno al 13 por ciento, debido, en parte, a la naturaleza novedosa del evento.
La mandataria mexicana ha hecho énfasis en la pertinencia del proceso, dirigido a depurar un poder judicial lastrado durante décadas por fenómenos de corrupción y nepotismo.
La histórica elección representa el cambio más profundo en la judicatura mexicana en las últimas tres décadas. Un proceso nacido a partir de una reforma impulsada en 2024 por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, con vistas a enfrentar los altos niveles de impunidad, corrupción y opacidad del sistema de justicia.
Entre otros cargos, la votación determinará la designación de unos 881 jueces y magistrados a nivel nacional y regional, incluidos los nueve miembros de la Suprema Corte. El cómputo de los votos se realizará hasta el 12 de junio, con el objetivo de que el día 15 el Instituto Nacional Electoral presente los números finales.
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