Esto afecta a miles de personas que ven interrumpida su libertad de tránsito. Las pérdidas por bloqueos y tomas de casetas significan una enorme pérdida a las finanzas de la economía mexicana. Se calcula que son casi cinco mil millones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda. Se deja de recaudar en las casetas de cobro, pero también hay enormes pérdidas para las empresas y para las personas que dejan de hacer negocios por los bloqueos de carreteras. A pesar de que está prohibido por la ley, la mayoría de las veces, los bloqueos no son retirados por las fuerzas del orden hasta que se llega una negociación con ellos. Legisladores dicen que esto debe tener un límite para quienes bloquean una carretera.
Las carreteras de acceso y salida de la Ciudad de México han sufrido bloqueos, incluso hasta por familias enteras para exigir la aparición de una persona, por transportistas que exigen seguridad en carreteras o incluso por recicladores de metales que denuncian abusos de autoridad.
Para un legislador en México se ha mantenido la política de negociar con los demandantes para no usar la fuerza, ya que se genera un problema mayor.
El gobierno mexicano tiene una doble responsabilidad hacer que se respete el derecho a la protesta social, pero también que estas personas no bloqueen calles ni carreteras en ninguna parte del país a miles, si no es que a decenas de miles de personas en cada protesta que estos realicen.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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