La lucha popular por el futuro del agua en México, la conservación del medio ambiente, y la resistencia a decretos sobre la materia inconsultos e impuestos por el Gobierno de Enrique Peña Nieto gana adeptos y espacios entre la sociedad mexicana.
La actual Ley de Aguas Nacionales, no cumple las reformas constitucionales que exigen el acceso equitativo y sustentable al agua con participación ciudadana, y a través de ella se hicieron modificaciones con decretos que ponen en riesgo un volumen más de 7 veces mayor de lo que requeriría toda la población del país.
Activistas destacan que defienden alrededor de 51 000 millones de metros cúbicos anuales de agua que quedan susceptibles a ser concesionados a largo plazo, sin protección alguna, gracias a las políticas aprobadas por el presidente Peña Nieto.
Pese a que la Comisión Nacional del Agua insiste en que no buscan privatizar el recurso hídrico, las acciones del Gobierno Federal indican lo contrario. La esperanza del pueblo mexicano está hoy puesta en el nuevo Gobierno que tomará posesión el próximo 1 de diciembre.
Sara Morales Gallego, Ciudad de México.
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