Hernández ha recibido la banda presidencial en una sesión del Congreso en el Estadio Nacional en Tegucigalpa, la capital. El lugar estaba colmado de simpatizantes y fuertemente resguardado debido a las manifestaciones de la oposición.
Durante su ceremonia de juramentación ha prometido ser “fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución y su leyes”. La oposición, sin embargo, lo acusa de haber establecido una “dictadura” en Honduras, después de postularse a la reelección y de que en las elecciones se cometiera fraude a su favor. Hernández se postuló pese a la prohibición constitucional contra la reelección, gracias a un fallo de la Corte Suprema de Justicia.
En varios puntos de la capital, los manifestantes han salido a las calles para protestar por su reelección y la policía los ha reprimido con gases lacrimógenos.
Necesitamos que haya nuevas elecciones para presidente y diputados”, ha aseverado el excandidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla.
Opposition rally heads toward stadium where inauguration taking place in Tegucigalpa with Nasralla and Zelaya in the lead. #Honduras pic.twitter.com/jGXVdrZw04
— Heather Gies (@HeatherGies) January 27, 2018
El Estadio Nacional estaba rodeado por varios anillos de seguridad con policías y militares desde 500 metros alrededor del recinto deportivo.
Por otra parte, Hernández se ha comprometido a “desarrollar un proceso de reconciliación” en el país, impulsando “un diálogo abierto y sin barreras”, aunque su rival electoral, el candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla, no lo reconoce como presidente y dice que solo dialogará con él sobre una nueva votación.
“Necesitamos que haya nuevas elecciones para presidente y diputados”, ha declarado a los periodistas el opositor Nasralla: denuncia que Hernández fue electo mediante un fraude.
Tras conocerse los resultados de las presidenciales, no hay día en que los opositores no estén en las calles denunciando el fraude en las elecciones, lo cual ha derivado en enfrentamientos con militares y policías. En este contexto, han muerto más de 30 personas, según organismos de derechos humanos.
La Organización de Estados Americanos (OEA) propuso celebrar nuevas elecciones después de que una misión de sus observadores expresara sus dudas sobre el resultado de los comicios. Sin embargo, el lunes pasado, el organismo manifestó su “firme intención de trabajar en el futuro con las autoridades electas de Honduras”.
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