La forzada renuncia de Gustavo Martínez Luna, secretario general de la Presidencia, acusado de un súbito incremento en su patrimonio, es otro de los cambios realizados por el mandatario en su Gobierno, sacudido por recientes escándalos de corrupción que desembocaron en la dimisión de autoridades claves, por ejemplo, de la vicepresidenta Roxana Baldetti.
La medida gubernamental, sin embargo, parece no satisfacer a los guatemaltecos, que el sábado salieron a las calles por sexta semana consecutiva para exigir la dimisión de Pérez Molina que, obviando las marchas pacíficas, acciones legales, plantones, pintas, oraciones y llamados de rostros conocidos, se aferra al poder —como dice él mismo— hasta acabar oficialmente su mandato el 14 de enero de 2016.
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