• El presidente de Francia, Emmanuel Macron, en una rueda de prensa en París (capital), 10 de abril de 2018.
Publicada: martes, 10 de abril de 2018 23:22
Actualizada: sábado, 14 de abril de 2018 11:30

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha amenazado este martes con bombardear las ‘capacidades químicas’ del Gobierno de Siria en respuesta al presunto ataque químico en la ciudad de Duma, controlada por los grupos armados, en la región de Guta Oriental.

“Hay una línea roja, que compartimos con otras potencias. Seguiremos hablando con el Reino Unido y Estados Unidos sobre cuestiones técnicas y en los próximos días tomaremos una decisión”, ha anunciado Macron en una rueda de prensa conjunta con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamad Bin Salman, en París, capital gala.

Los países occidentales responsabilizaron el domingo al Ejército sirio del ataque reportado por los llamados Cascos Blancos —una organización acusada de vínculos con los terroristas—. Aseguraron que unas 40 personas habían muerto por asfixia debido al gas cloro en Duma.

Sin embargo, el mandatario francés ha dejado claro que, en caso de realizar ataques en Siria, irán dirigidos únicamente contra las “capacidades químicas” del Gobierno sirio, pero “de ninguna manera” contra los aliados de Damasco sobre el terreno.

Hay una línea roja, que compartimos con otras potencias. Seguiremos hablando con el Reino Unido y Estados Unidos sobre cuestiones técnicas y en los próximos días tomaremos una decisión”, advierte el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y plantea una posible respuesta al supuesto ataque químico en Siria.

Precisa al respecto que París no quiere una “escalada de violencia en la región”, en relación con posibles enfrentamientos con los aliados del Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, pero al mismo tiempo insiste en que el “derecho humanitario debe respetarse”.

Macron también ha aprovechado la coyuntura para expresar su “preocupación” por la postura de Rusia, opuesta a la de su país, para al poco cambiar de tema e insistir en el reforzamiento de la “acción humanitaria” en Guta Oriental, donde, en sus palabras, ha habido “progresos”, pero se debe hacer más.

En un giro sorprendente, Macron ha subrayado que su enemigo no es Damasco sino el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), pero, sea como fuere, su “obligación es hacer respetar la legislación internacional que prohíbe el uso de armas químicas sobre la población civil”, de lo que acusa al Gobierno de Al-Asad.

El Gobierno sirio niega cualquier relación con el supuesto ataque químico en Duma y, de hecho, ha invitado a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) a investigarlo y averiguar lo que realmente pasó allí. El mismo organismo anunció en enero de 2016 la total destrucción de las armas químicas de Siria.

Rusia, por su parte, advierte de que las provocaciones por medio de ataques con material químico podrían ser mero pretexto para que Estados Unidos lance una ofensiva contra Siria, medida no descartada por la Administración estadounidense.

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