Nuevo dolor de cabeza para el presidente francés, Emmanuel Macron. En París, los “chalecos amarillos”, automovilistas exasperados por el alza de los precios de los carburantes que prometen bloquear Francia, vivieron momentos de tensión con los gendarmes. Durante la protesta, una manifestante falleció y 47 personas resultaron heridas.
Según una fuente policial, se esperan para las próximas horas acciones en todo el país para perturbar o bloquear rutas, aeropuertos, depósitos y refinerías de carburante y el acceso a las ciudades y grandes ejes viales.
Los manifestantes denuncian las políticas del Gobierno que, en su opinión, arruinarán a la clase media. El Gobierno francés ha avisado que bloquear el país es inaceptable y que no lo permitirá.




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