En Buenos Aires (capital argentina), el jefe del gabinete presidencial, Marcos Peña, aseguró que la aproximación al Fondo Monetario Internacional (FMI) buscaba hacer que Argentina se torne menos vulnerable a problemas de financiamiento externo.
Desde la llegada del presidente Mauricio Macri a la Casa Rosada, Argentina tomó más de 100.000 millones de dólares de deuda y elevó su porcentaje de 43 % a 54 % del Producto Interno Bruto (PIB), según cifras oficiales.
En una tentativa de impedir la salida masiva de dólares, el Banco Central argentino llegó la semana a elevar la tasa de interés a 40 %, el nivel más alto en todo el mundo.


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