Los expertos de las Naciones Unidas (ONU), George Katrougalos y Ben Saul, han expresado este jueves su preocupación ante la escalada de acciones hostiles por parte de Estados Unidos contra Venezuela, especialmente tras las recientes declaraciones del presidente Donald Trump sugiriendo el cierre del espacio aéreo venezolano.
Conforme han afirmado que “a pesar de la declaración presidencial, Estados Unidos carece de autoridad legal para clausurar el espacio aéreo de otro país”.
En otra parte de sus declaraciones han confirmado que la Carta de las Naciones Unidas prohíbe “la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado”, una prohibición establecida en su Artículo 2.
Los expertos han recordado que los Estados gozan de soberanía completa y exclusiva sobre el espacio aéreo que se encuentra sobre su territorio, por lo que cualquier medida que intente regular, restringir o cerrar el espacio aéreo de otra nación constituye una flagrante violación del Artículo 1 del Convenio sobre Aviación Civil Internacional (Convenio de Chicago de 1944).
En otro momento de su discurso, han reiterado que “las acciones que comprometen el espacio aéreo de otra nación no solo socavan su soberanía, sino que pueden constituir una amenaza ilegal de uso de la fuerza según el derecho internacional, principios que la Corte Internacional de Justicia ya afirmó como piedras angulares del orden jurídico internacional en el caso Nicaragua vs. Estados Unidos de 1986.”
La declaración de Estados Unidos ha sido catalogada por los expertos como una “escalada peligrosa”, que sigue a un considerable fortalecimiento militar estadounidense en el mar Caribe y otros anuncios sobre eventuales operaciones en territorio venezolano.
Donald Trump anunció el sábado el “cierre total” del espacio aéreo sobre y alrededor de Venezuela, intensificando las tensiones en una región donde la presencia militar estadounidense crece rápidamente. La medida coincide con la instalación de un radar militar de EE.UU. en Trinidad y Tobago, a pocos kilómetros de la costa venezolana.
Todo esto tiene lugar en momentos de creciente tensión entre EE.UU. y Venezuela por el despliegue desde septiembre de fuerzas militares estadounidenses que ejecutan, bajo acusación de contrabandear drogas, una serie de ataques contra botes en aguas internacionales del Caribe y del océano Pacífico, incluidas varias embarcaciones que, afirman, partieron de Venezuela.
Esta semana, el Pentágono confirmó 21 bombardeos contra supuestas lanchas del narcotráfico con 83 muertos, mientras Trump anunció que pronto atacará objetivos dentro de Venezuela.
Caracas describe el despliegue como un ataque a la soberanía de la nación y parte de un esfuerzo por derrocar el Gobierno de Nicolás Maduro; por tanto, se ha manifestado altamente preparado ante cualquier amenaza.
ght/rba
