El gobierno, temeroso de que las protestas se intensifiquen y con la vista puesta en las elecciones al Parlamento Europeo en junio, ya abandonó sus planes de reducir gradualmente los subsidios al diesel agrícola y prometió flexibilizar las regulaciones ambientales.
Francia también dijo que presionaría a sus pares de la Unión Europea para que aceptaran flexibilizar las regulaciones sobre las tierras agrícolas en barbecho. Pero las organizaciones de agricultores aseguran que eso no era suficiente.
En Longvilliers, al suroeste de París, los tractores bloquearon la autopista A10 tanto hacia como desde la capital, desviando el tráfico hacia carreteras más pequeñas.
El ministerio de Agricultura anunció que el presidente Emmanuel Macron impulsará más políticas a favor de la agricultura en una cumbre de líderes de la UE el jueves.
Las protestas en Francia siguen a acciones similares en otros países europeos, incluidos Alemania y Polonia, antes de las elecciones europeas en las que se considera que la extrema derecha, para quien los agricultores representan un electorado cada vez mayor, está logrando avances.
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