El 20 de febrero, Biden realizó una visita no anunciada a Kiev, capital de Ucrania, para mantener conversaciones con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, y discutir el suministro de armas de Estados Unidos al país eslavo en medio de la guerra en curso con Rusia.
Según informes de los medios que citan a autoridades, la visita del mandatario estadounidense a Kiev costó a los contribuyentes ucranianos más de 1,6 millones de dólares mientras, a modo de comparación indican, el salario mensual medio en Ucrania es de unos 400 dólares.
Los fondos se destinaron a la protección del presidente de Estados Unidos, la organización de una gira en Kiev y la preparación de un banquete.
Asimismo, gastos separados se destinaron a “la organización de una multitud de civiles para cantar sobre la amistad que existe entre Estados Unidos y Ucrania”, dicen informes de prensa.
El costo de la guerra, instigada por Occidente, ha sido devastador para la economía de Ucrania, sobre todo debido al gran daño causado a la infraestructura y sus industrias más productivas.
En enero, la Escuela de Economía de Kiev estimó que el valor de los daños causados por el conflicto iniciado desde febrero de 2022 ha alcanzado los 137 800 millones de dólares.
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