Sin embargo, las curvas de incidencia de la pandemia del nuevo coronavirus, conocido como COVID-19, muestran una estabilización en el continente, donde el número de los contagios ha superado los 850 000, casi la mitad del mundo.
Italia, con más de 19 000 muertos, es el país más afectado de Europa. Pero los signos positivos emergen cada día un poco más. Hay un descenso en pacientes hospitalizados, y menos hospitalizadas en cuidados intensivos. El Gobierno italiano, aun así, asegura que no se debe bajar la guardia y prorroga las restricciones hasta el 3 de mayo.
España, de igual forma, confirmó el freno a la curva pese a registrar 510 nuevos fallecidos, la más baja desde el pasado 23 de marzo. Esto mientras que después de Italia, el país tiene la mayor cifra de muertos, más de 16 600.
Francia, el tercer país europeo más perjudicado, no se queda atrás. Con 353 fallecidos nuevos, informó de una importante reducción en el número de víctimas mortales aún cuando suma casi 14 mil decesos totales.
Alemania, el cuarto país europeo con más contagios, es el que mejor ha podido manejar la crisis. Sin casos de muertos en las últimas 24 horas, solo ha tenido casi 3 mil muertos. De hecho, su presidente Frank-Walter Steinmeier, compareció este sábado en la televisión nacional en un poco habitual discurso para pedir continuar la lucha.
El nuevo coronavirus ha cobrado la vida de más de 73 mil personas en el Viejo Continente hasta el momento. Ha golpeado la economía de la zona euro y ha generado división entre los países de la Unión Europea (UE) respecto a las medidas a tomar.
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