Los líderes tratan cerrar filas para las elecciones cuando hay serios riesgos de que los tradicionales bloques centroizquierda y centroderecha europeístas caigan por debajo del 50 %.
La UE se ve amenazada por el populismo. Un reto existencial que fue expuesto por altos políticos que asistieron al congreso del Partido Popular Europeo (PPE) en Helsinki, Finlandia. Con vistas a unir fuerzas en las elecciones del bloque comunitario, previstas para el mayo de 2019, los políticos de centroderecha y proeuropeo advirtieron, una vez más, del auge de las fuerzas populistas.
Para los asistentes al evento, el euroescepticismo ha elegido como blanco uno de los principales pilares de Europa: la democracia liberal. Para ello, se ha hecho un llamado para defender la frágil unidad existente, en rechazo el nacionalismo.
Durante la cita, Alexander Stubb y Manfred Weber compitieron para ser el candidato conservador a presidir la Comisión Europea (CE).
Aunque Manfred Weber fue elegido, ambos enviaron un mismo mensaje: el rechazo a los populistas antinmigrantes.
Sin embargo, las fuerzas opuestas al establishment preparan su asalto. Por primera vez, las encuestas estiman que, en torno a un tercio de los escaños serán ocupados por partidos nacional-populistas, que tratan de torpedear, desde dentro, los valores europeístas.
kmd/alg