En un año crucial para el futuro de la Unión Europea (UE), los líderes de los siete países del sur de Europa se reunieron en la capital italiana para establecer una hoja de ruta común ante los próximos desafíos. Uno de los temas principales de la cumbre fue el flujo migratorio que se ha convertido en una crisis para Europa en los últimos años.
El presidente Italiano, Paolo Gentiloni, se enfocó en impulsar los esfuerzos para resolver la desigualdad, otro problema de la UE que ha creado indignación entre los ciudadanos europeos, sobre todo en los países como Grecia e Italia, que recibieron rescate económico.
El mandatario español, Mariano Rajoy, aprovechó su discurso para destacar el éxito de las reformas económicas de los países europeos que, según él, vencieron la crisis económica que inició desde 2008.
La declaración conjunta final de los mandatarios de Italia, España, Portugal, Francia, Grecia, Malta y Chipre, se puede considerar una breve lista de las principales preocupaciones de la UE, en general, y de los países sureños de Europa, en particular, para 2018. Esas prioridades son crisis migratoria, mayor integración económica y las amenazas terroristas.
xsh/rba
