En Alemania, cientos de personas, la mayoría de la comunidad africana, se manifestaron frente a la embajada libia en Berlín (capital) para denunciar la existencia de movimientos esclavistas en Libia.
La protesta tiene lugar después de que la semana pasada un reporte de la cadena de noticias CNN en español mostrara imágenes sobre una subasta de hombres en la ciudad de Trípoli, capital libia. Se trata de personas secuestradas en las rutas de tráfico de migrantes hacia Europa.
Asimismo, una protesta similar tuvo lugar en Bruselas, la capital belga, pero se tornó violenta. Los manifestantes atacaron los comercios locales y la policía detuvo a un centenar de personas.
En Francia, en ciudades como Marsella (sur), Lyon, y la capital París, varias congregaciones denunciaron la esclavitud en Libia. Sin embargo dijeron que su activismo ya había alarmado el hecho pero el mundo hace oídos sordos.
Ante esta situación, el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, ha instado a la Corte Penal Internacional (CPI) a procesar a los criminales dedicados a la venta de migrantes africanos en los mercados de esclavos.
Según un estudio divulgado en 2016, más de 40 millones de personas en el mundo, de los cuales una cuarta parte son menores de edad, viven en esclavitud. Y, protestas como las del sábado, pueden servir para despertar la opinión pública al respecto.
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