• Imagen satelital del junio de 2016 muestra la salida de los aviones de combate rusos SU-27SM de la base aérea Baránovichi (oeste de Bielorrusia).
Publicada: domingo, 2 de octubre de 2016 8:31

Un informe recién publicado sugiere que Minsk podría sofocar los planes de la Federación Rusa para construir una base aérea en el territorio bielorruso.

El sitio Web para investigaciones periodísticas Bellingcat divulgó el sábado un reporte, según el cual, aparentemente, los cuatro aviones de combate ruso modelo Sujoi Su-27SM que solían estar en una base aérea bielorrusa ya no se encuentran allí.

Los aparatos rusos han estado en una base aérea en Baránovichi (oeste de Bielorrusia) desde diciembre de 2013 como parte de un plan ruso para desplegar una escuadra completa en la región.

Las imágenes de satélite, entre los pasados mayo y septiembre, no han podido ubicar las aeronaves rusas en este aeródromo mientras una revisión de otros campos de aviación activos y de reservas tampoco lograron localizarlas en el país europeo.

Aunque no hay informes oficiales sobre la reubicación de los Su-27 rusos, su ausencia puede ser, según el mencionado portal, una señal más de que el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, canceló los planes de Rusia para emplazar una base aérea en este país.

 

Se dice que la incorporación de la península de Crimea a Rusia no es bien vista actualmente por Minsk, aunque al principio la respaldaba, y el hecho de que la economía bielorrusa ha sufrido mucho por las sanciones antirrusas, ha empujado al Gobierno de Lukashenko a considerar nuevas reformas de estilo occidental.

Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) está considerando un préstamo de 3 mil millones de dólares a Minsk en caso de que en este país se lleve a cabo una serie de reformas, como por ejemplo el aumento del papel de las empresas privadas y, por ende, la reducción del rol de las compañías estatales.

Teniendo en cuenta los envejecidos aparatos militares bielorrusos —que podrían ser renovados con la ayuda de Rusia— y su dependencia al petróleo y gas rusos, Minsk no podría dejar totalmente de lado a Moscú para ir hacia el Occidente.

A finales de 2014, el jefe de la comisión parlamentaria para asuntos exteriores de Rusia, Alexei Pushkov, alertó al presidente de Bielorrusia, que su acercamiento al Occidente, en particular Estados Unidos, traería consecuencias y lo consideró “un experimento peligroso”.

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