España y Arabia Saudí han acordado mediante un memorando de acuerdo entre la empresa pública española Navantia y la saudí Sami crear una empresa conjunta para desarrollar los futuros programas navales en el país árabe. Esto ha sucedido durante la visita del príncipe heredero saudí, Mohamad bin Salman, quien se reunió el jueves con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para firmar acuerdos entre los dos Gobiernos.
Ambas delegaciones han firmado varios acuerdos y memorandos de entendimiento relativos a Defensa, transporte aéreo o en el ámbito cultural y científico. Entre ellos se incluye la firma de la venta de cinco corbetas que construirá la española Navantia por unos 2000 millones de euros.
El coordinador general de IU, Alberto Garzón, censuró la misma jornada que España siga vendiendo armamento a países como Arabia Saudí, en el que no sólo “no respetan los Derechos Humanos”, sino que además están inmersos en un proceso bélico en el que se asesina “de forma indiscriminada” a miles de personas en Yemen.
No queremos (desde IU) ser responsables de ello y desde aquí decimos 'no en nuestro nombre'”, asevera el líder de Izquierda Unida de España, Alberto Garzón, criticando la venta de armas a Arabia Saudí.
Sobretodo censura la implicación del rey Felipe VI en este contrato entre España y Arabia Saudí, lo que, según el líder de IU, demuestra que la abdicación del rey Juan Carlos I –quien recientemente fue de visita a Riad– en su hijo no fue más que “un lavado de cara”.
El actual jefe del Estado, a su juicio, continúa “las mismas políticas gravosas” que su padre fomentando las relaciones con dictadores que permiten proporcionar armas a países como Arabia Saudí, que “las utilizan contra la población civil”.
“No queremos (desde IU) ser responsables de ello y desde aquí decimos 'no en nuestro nombre'”, aseveró Garzón, quien, junto con otro miembro de su partido, registró una serie de preguntas en el Congreso pidiendo cuentas al Gobierno sobre esta venta millonaria de barcos de guerra al régimen de Al Saud.
Uno de los interrogantes cuestiona “¿qué tipo de garantías sobre el uso del material militar exige el Gobierno antes de autorizar su exportación a Arabia Saudí”.
El reino saudí está comprando el silencio del Occidente ante los crímenes de Riad por medio de millonarios pactos armamentísticos, alertan los activistas.
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